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INFORME

COMPAÑÍAS DE SOFTWARE ESPAÑOLAS

Dinamic, o la veteranía

Se pueden decir muchas cosas de Dinamic. Fue la primera y eso nunca se olvida, y por tanto para los usuarios más veteranos su nombre se asocia con una serie de títulos que formaron parte de una época dorada que, por suerte o por desgracia, se fue para no volver. Dinamic ha sabido sobrevivir en tan difícil mundo adaptándose constantemente a las exigencias de los nuevos tiempos y ha pasado de una plantilla mínima que realizaba sus primeras obras de forma casi artesanal a una importante industria que da trabajo a muchos programadores y grafistas. Con leves altibajos en su producción, el nombre de Dinamic ha sido siempre asociado con calidad. Fueron los mejores (tal vez porque, prácticamente, eran los únicos) y para muchos lo siguen siendo.

Como otras tantas compañías nacionales y extranjeras, el nacimiento de Dinamic está estrechamente ligado con el Spectrum. Con la única ayuda de un cassette y un televisor en blanco y negro, los primeros productos de la compañía salen al mercado con unos medios realmente mínimos, pero poseen una calidad gráfica hasta entonces desconocida en la mayoría de los programas que llegaban desde Inglaterra. La aparición de la primera compañía española es recibida con entusiasmo por el, todavía incipiente, mercado nacional que, hasta entonces, se alimentaba exclusivamente de juegos ingleses y estamos seguros de que los más viejos del lugar aún conservarán en sus estantes esas copias del «Mapsnatch», «Videolimpic» o «Yenght» que se asocian con unos tiempos lejanos y difíciles.

Dinamic en grupo
Dinamic ha sabido sobrevivir en tan difícil mundo adaptándose a las exigencias de los nuevos tiempos.

También de esta época es la única incursión de la compañía en el mercado de las utilidades gráficas con su «Artist» y el primer verdadero éxito de ventas: «Saimazoom», una divertida videoaventura en la que Johnny Jones, supuesto hermano de Indiana, atraviesa un gran mapeado para recoger cuatro sacos de café. «Babaliba» se convierte en la segunda parte del programa anterior trasladando la acción a un palacio árabe en el que nuestro protagonista debe raptar a una princesa, liberar a un prisionero y robar un fabuloso tesoro.

La tercera parte de la trilogía se denomina «Abu Simbel Profanation» y en ella se abandonan los recursos empleados en los programas anteriores para dar vida a un excelente juego de plataformas ambientado en un templo egipcio, en el que Johnny, convertido en un ser grotesco y cabezón por la maldición de Abu Simbel, intentará llegar a la cámara secreta para recuperar su forma humana. A partir de este momento Dinamic comenzará a ser reconocida tanto por su calidad gráfica y de animación como por el desorbitado nivel de dificultad presente en sus juegos. De esta etapa son también «Rocky», «West Bank»,

«Sgrizam», «Ole Toro» y «Camelot Warriors», algunos de los cuales dieron el gran salto a Europa y fueron recibidos con división de opiniones (y alguno diríamos que con bronca y pitos). Tras haber publicado la primera obra de un programador independiente Dinamic intenta crear una línea de software barato que recogiera las creaciones de programadores noveles en un momento en el que la drástrica reducción de los precios del software era poco menos que inimaginable. Sin embargo la experiencia (que recibió el nombre de «Future stars») fue poco menos que un fracaso pues por un lado la calidad de los «Krypton raiders», «Alí Bebé» y «Tommy» estaba muy por debajo de la asociada habitualmente con Dinamic y por otro el usuario español ha identificado casi siempre precio con calidad.

Babaliba
Mucho ha llovido desde el mítico «Babaliba», en el software español.

Tras «Phantomas» y «Phantomas 2», con los que se insiste en la fiebre de los juegos de plataformas y se descuida notablemente el aspecto gráfico, la aparición de «Army moves» supone un éxito inmediato en un momento en el que los programas de acción bélica estaban comenzando a adueñarse del mercado.

Fernando Martín Basket Master
Con «Fernando Martín Basket Master» comienzan en España los fichajes de deportistas para los videojuegos.

«Arquímedes XXI» no es la primera aventura conversacional de la compañía (recordemos el «Yenght») pero sí la primera en la que los gráficos se convierten en elemento imprescindible de un juego en el que el argumento se simplifica notablemente ante la falta de tradición aventurera en nuestro país. Por suerte esta breve incursión en el mundo de la aventura cristaliza en obras como «Don Quijote», «Megacorp», «La guerra de las vajillas» y «Carvalho».

Game Over
«Game Over». Espectaculares portadas animarán nuestros estantes.

Con «Game over», «Freddy Hardest» y «Phantis» se establece la costumbre de dividir los juegos en, al menos, dos partes para multiplicar de este modo la diversión y la rentabilidad de la compra. Por su lado «Fernando Martín Basket Master» se convierte, tras el gran retraso producido en su lanzamiento, en el programa más vendido en España naciendo, al mismo tiempo la utilización de personajes famosos como reclamos de videojuegos deportivos que continuará luego en «Aspar G.P. Master» y «Michel fútbol Master».

Don Quijote
Las aventuras conversacionales como «Don Quijote» también han estado presentes en la dilatada carrera de la compañía.

Tras títulos como «Hundra»,«Capitán Sevilla», «Turbo girl» o «Meganova», algunos de los cuales vuelven a insistir en el erotismo como reclamo y elemento de controversia, tal y como ya sucedió con la famosa censura de la carátula de «Game over» en Inglaterra, «Navy moves» supone para Dinamic el reencuentro con el nivel de calidad que le hizo famoso y le permite alcanzar el preciado título de mejor programa del año. Ya completamente estabilizada como gran empresa las últimas (por el momento) creaciones de la compañía abarcan títulos como «Comando Tracer», «Rescate Atlántida», «Bestial warrior», «After the war», «Astro marine corps» y algunos productos diseñados exclusivamente para ser utilizados con gunstick como «Target plus», «Mike Gunner» y «Cosmic sheriff».

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